Un gesto
delata el disgusto. No era su intención dejarlo escapar. Aún así ya no le
pertenece. Toma autonomía lo no dicho, deambula hasta habitar adonde se introduce.
Tierra fértil encuentra donde podría
reparar la paradoja, reconstruir lo bello. Una vez habitada, por
largo tiempo en ella, reposa. A su vez crece, llega a lugares adonde
puede desparramar su perfume. Se hace idea que busca salir del nuevo cuerpo que
habita. Fortalecido viste lo necesario para llegar a ser palabra. Mueve al cuerpo
en el aliento. En el rojo sin abrir los labios, lo mastica para lanzarlo al
vacío por esa boca que prefiere escupirlo.
collage de José Vega
texto de Moni Indiveri de Vega
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