sábado, 6 de septiembre de 2014

pintado de lluvia




No dolía la ausencia de trinos ni la partida de las aves en busca del sol. Nada interrumpía el sabor de la soledad ni la música del silencio.
La lluvia intensificaba los colores del bosque. Cada rama y cada hoja despertaban el placer visual al verlas vestidas de agua. Y era yo, en mi dificultad dispuesta a olvidarla. Caminar al nuevo ritmo de tres patas, sin dolor ni pena. Aprendiendo a vivir los tiempos nuevos, resistir la poda sin perderme en las dificultades y poder saborear el regalo de sentirse no sólo sostenido, sino también consolado.


 fotografía de José Vega
microrrelato  de Moni Indiveri de Vega

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