Como los ojos de una sierva
en la
mano de su señora,
así nuestros ojos en Yahvéh nuestro Dios,
hasta que se apiade de nosotros
Salmo (122)
la invitación revela el
amor
no espera nada a cambio
solo compartir
comensal exclusivo
aún siendo parte
de multitudes
un mantel bordado en seda
viste la mesa
el cirio encendido
símbolo de Quien
todo
lo perdona
y
todo lo da
fotografía de José Vega
poema de Moni Indiveri de Vega
No hay comentarios:
Publicar un comentario