Imposible volar para quien no se atreve a desplegar las alas. Cada pluma aporta un poco de la fuerza necesaria, arrimando el impulso hasta el centro, allí donde se comanda la fuerza. Lentamente busca el momento propicio, arranca cada alfiler que detiene su vuelo, aunque desgarre la piel. Quiere regir en cada una de las alternativas. No escatimar el esfuerzo necesario.
fotografía y texto de Moni Indiveri de Vega
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