LA PALABRA

"Esfuerzo de la palabra

por volver al silencio,

por recuperar su esencialidad"

   

          El gran poema de la creación relata cómo Dios crea el universo por medio de la palabra.

         Con ella Dios interviene en la historia de su pueblo.

         Luego la palabra se encarna.

        La Palabra de Cristo es signo de su poder.

        La Palabra de Jesús es predicación, es enseñanza.

        La Palabra de Dios exhorta a los cristianos a no ser meros oyentes, sino también fieles cumplidores de ella. 

       Dándonos la vida nos  puso en el universo. Nos hizo señores del mismo, y entretejió en nuestro cuerpo potencialidades para vivir en comunidad, como El lo hace. 

      Y nos participó de la palabra, que tiene el don de comunicar, enseñar, consolar, alentar. . . 

      Ella  nos fue dada para ser música en nuestros oídos y alimento en nuestra alma.

     Hoy confunde, saca el honor, destroza, engaña, miente.

     La palabra no nos fue dada  para destruir, ni para envilecer.

     Ni es semilla que cae en tierra fértil, porque no nace del corazón. Ni es fruto de la sabiduría, ni del encuentro, allá en lo más profundo de nuestro ser, donde Jesús habita y nos espera. Para que juntos construyamos espacios de silencio que permitan germinar la palabra, recuperada de esencialidad.

fotografías de José Vega

texto del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

LA MUERTE

Visitante nebuloso      por qué me acechas

desde la más tierna infancia te nombraron

en su avance la vida me enfrentó contigo

el terror de tu cercanía agigantaba tu imagen

habías venido a buscar a mis ancestros

mi madre te esperaba trémula y asustada

siempre

en mi vida de adulta no pude desterrarte

pero hoy aunque vieja

no me asustas

el día en que te presentes plenamente

la fuerza del amor será tan intensa

que tu negrura no tocará a nadie

seremos arrebatados de tus brazos

para entrar en la diáfana luz de la esperanza

que entre nubes y ángeles       hará fundir en el amor al que me acechaste.

collage de José Vega

prosa poética del libro Voces del Alma

de Moni Indiveri de Vega

COMUNIÓN

                                                                          el cuerpo expresaba

                                                                                                      el orar de su alma

          La laxitud de su ser ponía de manifiesto lo importante que era la experiencia por la que atravesaba. Sus manos juntas, su cuerpo encorvado. Las rodillas sosteniendo el peso de la entrega. La mirada lejana descubría lo que los demás no podían ver.

          Palabras sin sonido.
          Envuelta en la Presencia como en gasas que la mecían.
         El halo de misterio se daba a conocer.

         La cabeza se erguía lentamente, y sus ojos expresaban un lenguaje nuevo.
         Su rostro traslúcido.

         Cuando se logra la común - unión, el tiempo se detiene.
         No hay urgencias ni ansiedades. Sólo el gozo de sentirse sostenida.

        Laxitud en combustión.
        Piel que no frenaba la luz que se hace espacio adentro.

fotografía de José Vega

poema del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

LO EFÍMERO Y LO DURADERO

Comienzo lleno de promesas
camino donde la libertad se manifiesta.

Lo efímero y lo duradero 
juegan y luchan por ocupar su lugar.

El tiempo  se desliza vertiginosamente
las opciones de entremezclan.

Ese bendito don de elegir
me obliga también a desechar.

No equivocarme talla
la armonía de mi ser.

Mundo cruel y superficial,
no me confundas.

Sueños de amores, de entregas
quedan siempre en el fondo de mi corazón.  

Vida llévame al encuentro de la roca firme
donde construya la verdadera felicidad.

fotografía de José Vega

poema del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

LOS NUDOS DE LA VIDA

si el dolor fuera otoño que deshoja
desnuda estaría en pleno invierno

formaste parte de mi vida
siempre

a veces tus tentáculos me sueltan
aún así te siento

trémula me dejas
pero de pie estoy       esperando que te vayas

cuánto cuesta desatar loos nudos que me afixian
para que la savia de la vida me enriquesca

miro para atrás

desde lejos los veo
encogido mi cuerpo se retuerce
apretados los nudos
el dolor se vuelve insoportable

Señor
qué sería de mi vida sin tenerte
sanas mis heridas
siento la paz de tu presencia
veo los brotes de la poda regados por tu amor inagotable

poema del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

fotografía de M. Leticia Guevara

UMBRALES

Confianza,
¿cuáles son los umbrales para poseerte?

Soledad, confusión.
Sufrimiento que nadie puede calmar.
Tentación de enojarme.
Desconcierto de uno mismo. Justificar lo injustificable.

¿Porqué mi Dios lo permites?

El misterio se hace presente, los sentimientos se entremezclan. La oscuridad.
La inteligencia se falsea, ¿qué me pasa?
Laberíntica opción, ¿cuál será el camino que nos lleve a la verdad?
Doble juego, ¿me creo o soy libre?

¿Acepto que te necesito?

Dispongo mi ser para que Tú estés.
Se abre mi corazón como un capullo y amanece. Rayos de luz lo penetran y la buscada confianza aparece.
Me habita la paz.

collage de José Vega

poema del libro VOCES DEL ALMA de

Moni Indiveri de Vega

MEDITACIÓN

. . . necesito la soledad
la busco en esta maraña de caminantes sin rumbo
aislada estoy     pero no sola
los ruidos y la velocidad me arrastran
la lucha es tan fuerte
la queja
el enojo
la angustia de emprender cada mañana
la competencia feroz que nos destroza
¿qué queda de nosotros?

busco
llego a un oasis
caen una a una las máscaras usadas
siento paz
velos tenues van despejando mi camino
transito por el mismo
lento y descansado
avanzo sin apuros       nada me acosa ni me oprime
si me ayuda a adentrarme
en lo recóndito de mi mismidad

allí el Señor me espera 
me ama
me alienta
me une
bendita soledad en compañía
de Aquél que me creó y me dilata. . . 

composición digital dde José Vega

poema del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

HUMANIDAD

No tenían cuerpo,
pero estaban.

Inicialmente eran tres
potencialmente muchas más.

Crecieron con el tiempo,
desbordando trascendencia.

La capacidad de amor  se ponía de manifiesto
desde el llanto a la risa a cada instante.

La inteligencia ayudaba a ir descubriendo
el mundo que la contenía y el interior que sólo ella podía conocer.

Y nació la voluntad 
cauce a recorrer para ser libre.

Fueron las tres que, combinadas de formas diferentes,  
hicieron un ser único e irrepetible.

Gestos y actitudes impregnadas de ellas
iban forjando su personalidad.

Luces del Espíritu de Dios la iluminaron
y la felicidad tomaba diversas formas.

Momentos de penas y alegrías
sumarán o restarán.

collaage de José Vega

poema del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

RENACER

Nuevamente a las puertas del dolor me llamaste
la Gracia fue mi compañera.

Seguí el sendero de la vida
medio dormida, medio despierta

¡Cuánto aprendí
cuánto me sacaste!

Una a una las gotas de mi sangre
lavaron la herida, y volvió la fuerza a instalarse.

Señor, que sería de mi vida sin tu presencia
qué sería si tus manos creadoras
no dejaran sus huellas
al formarme.

Quiero, Señor amado,
convertirme en parte de tu amor
brindándome.

Ser sonrisa, amor, Buena Nueva
a pesar del dolor que me legaste.

poema del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

fotografía de José Vega

FANTASMAS

                                                                                                  collage de José Vega

Te di mis entrañas
mi amor, mis temores

luché contra ellos
vencimos, no solo una vez

aquí estamos, unidos
por algo cada día más fuerte

no quiero dañarte
ni ser tus muletas

quisiera mirarte 
volar por el mundo 

estar a tu lado
guardando silencio

perdón si no puedo

                 mamá

poema del libro VOCES DEL ALMA 

de Moni Indiveri de Vega

ESPIGAS

Cielo azul llanura suave
ola dorada mecida por por el viento
y las manos. . . 

los brazos cargados con el fruto de la tierra
eran espigas
gordascrujientes
a punto de estallar
el fruto

manos alumbrando el nacimiento
                                  del pan amasado con amor y destreza
            
                                  hostia del mañana
                                  consagrado.

texto del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

SEMILLAS DE VIDA

                                                                                      lo profundo habla a lo profundo

            Abrí el surco, aré la tierra, prodigué mi cuidado y cayeron las semillas de vida, para dar fruto y darlo en abundancia.

           Porque estabas a mi lado
                                                llenando el vacío
                                                cubriendo la ignorancia
                                                alejando las tentaciones
                                                mojándome en trascendencia
                                                atravesándome con tu Amor.

           Estabas allí
                       pero tenía que nombrarte.

texto del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

FRENTE A FRENTE

          Las olas furiosas se levantaron como gigantes preparados para la lucha. Experimenté el terror de no saber hacia dónde iba. Arrastrada por la violencia de las aguas, me dejé llevar. Saqué de mi mente todos los fantasmas que me asustaban.
           
              Miles de preguntas se sucedían rápidamente. Yo no quería contestármelas. Una a una las presencias amadas me llamaban. Quise luchar contra la adversidad. Quise ser fuerte, busqué desesperadamente donde aislarme de lo que me atacaba. Las fuerzas me iban abandonando. Mi cuerpo, poco a poco, iba siendo parte de la furia. No podía resistirme, comencé a aflojar la tensión, la entrega era el camino que se abría. ¿Con quién estaría frente a frente?

           Sentí alivio, una paz desconocida iba fortaleciendo las fibras de mi cuerpo que, lentas, se aflojaron. Cerré mis ojos, mis manos se soltaron, el agua me llevó a no sé dónde y mis labios pronunciaron el amor que sentía por el Todo que me abraza.

texto del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

fotografía y el diseño de la tapa del libro son

de José Vega

CAUDALOSO RÍO

                                                                                                                                                    fotografía de José Vega 

          Los distintos caudales del río iban modificando su apariencia geográfica.
También la música de las aguas en movimiento; a veces, feroces; otras, débiles y serenas.
         La transparencia permitía mirar el fondo del cauce. Un sinfín de piedras de distintos colores formaba su lecho que, por efecto del roce del agua, limaba sus asperezas y deformidades, dejándolas con un aspecto similar. 
         Es hermoso sentarse a la orilla del río,el agua alcanza de tal forma, que su frescura trepa por el cuerpo como una enredadera en crecimiento. Es placentero quedarse largos ratos en silencio, escuchando los ruidos que envuelven y dejan volar la imaginación.
  
          Veo el desborde de mi alma que, en su marcha ligera, va mojando su propio cauce y, a la vez, la tierra que está por los costados. Si la encuentra fértil, brotan las semillas enterradas en su interior. Dones propios y compartidos crean espacios de paz, donde la Gracia despliega su riqueza.

          Siempre los verdes de las distintas plantas lucen brillantes y jugosos. La generosa humedad alimenta las raíces, permitiendo, un hábitat homogéneo. Los troncos caídos en sus distintas márgenes se cubren de esa felpilla que crece sobre ellos. Parecen vestidos de terciopelo.

           Las luces tocan a los seres que se abren a ellas, y brotan de sus cuerpos.

           La sombra se extiende como un juego interminable a lo largo de su curso. El sol las atraviesa por los distintos espacios libres donde él mismo se puede filtrar. Juego de destellos y formas, hasta que se esconde, emparejando el aspecto del suelo, y la oscuridad la invita al reposo.


           El trigo y la maleza, propias de cada uno, dejarán, o no, que el encuentro se produzca. Pero la invitación será permanente.

texto del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

AMANECER

          Nada puede compararse al halo misterioso que derrocho la bruma del amanecer.
         El esfuerzo realizado para despertarse se veía compensado por el espectáculo de ese cielo que iba apagando lentamente las luces del amanecer.
         
         La pasión por inmovilizar en el recuerdo, momentos especiales, la había llevado a cambiar sus hábitos de vida.
         Toda expectativa había quedado superada, por la percepción que recogían sus sentidos.
         Esa sensación desconocida de no saber bien cuales eran las dimensiones ni las distancias emparejaba, de alguna manera, aquello tan rico en contrastes y diferencias.

         Sintió que ni siquiera debía moverse para no quebrar el encanto. Lentamente se deslizó hasta llegar a sentarse sobre el pasto, húmedo por el rocío.
         Pequeños escalofríos corrían por su cuerpo. Se acurrucó sobre sí misma, reduciéndose a la menor dimensión posible. Estuvo así hasta que el aleteo de los pájaros rompió el silencio. A medida que pasaban los minutos, se sumaban sonidos propios del amanecer.

         Comenzó a asomar el sol. El paisaje fue cambiando sus formas.
           Las distancias se volvieron más reales.
         Unos minutos más tarde comenzaron a lucir los distintos colores, con que la luz vestía lo que tocaba.

         La felicidad y el entusiasmo de haber captado esos momentos dejaron en su cuerpo el cosquilleo que producía la contemplación de lo que el hombre no puede hacer.

texto del libro VOCES DEL ALMA

de Moni Indiveri de Vega

MIRAR DESDE LO ALTO

El pensamiento trepa como un águila desde la alta roca.
Se convierte en palabras o gestos que expresan la música del espíritu.

Qué plácida sensación!
Cuánto desafío ver de lejos!

La distancia se agranda, mientras que van aflorando en el ascenso las capacidades propias.

Los opuestos se conjugan en busca de equilibrio para sacar de lo                                          profundo a aquello que me lleva a atravesar el  velo.

                                     No estaba preparada. No podía entender.

                                     Debo aceptar el llamado a conocerme.
                                     Debo dar a mi entorno el aliento cálido del alma.
                                     Debo responder a la misión que Él me da.

                                     Señor, acompaña mi vuelo.
                                     Espera mi respuesta.

texto del libro VOCES DEL  ALMA

de Moni Indiveri de Vega