en el fin del mundo
acarician
ramas de maitenes
sauces patagónicos
alerces ñires lengas
notros y coihues
amalgaman magentas
esmeraldas y dorados
poncho de la cordillera
andina
en abigarradas especies
conforman un bosque otoñal
rayos finísimos se filtran
entre sus follajes
cantos de pájaros acunan
el silencio
asomo mi pie descalzo
del rubor que me circunda
en el avance se desprende
de mí
gasa al viento su color
viste hojas flores frutos
al posarse
cual manto todopoderoso
reúne y no dispersa
el rocío perezoso detenido
en su follaje
sobre un tejado llora
savia
fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega
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