PRESENTACIÓN
“LA NOCHE ANOREXICA” de Moni Indiveri de Vega
LUIS
TEDESCO 20-Septiembre de 2007
Quiero decir,
en el comienzo de este acto, algo que me parece de extraordinaria importancia.
En realidad
quiero agradecer la amistad y la confianza que
Moni y José Antonio Vega pusieron en mí. Quiero destacar también el
muchísimo afecto cosechado desde el tiempo que nos conocemos, un tiempo que
coincide con la publicación de sus últimos dos libros de poesía: “La ceguera de
la nuca” y éste que hoy presentamos, “La noche anoréxica”.
Desde hace 40
años vengo publicando libros. Un porcentaje muy alto de los autores publicados
son hoy mis amigos, cada uno a su manera, cada uno especial, porque todo autor,
todo escritor, es siempre un ser especial. La manera especial de Moni Vega fue
una coincidencia realmente maravillosa entre su persona habitual, su condición
de poeta, y sus textos.
Todo lo que
escribe Moni Vega es creíble, es decir, su voz poética es la voz de su entidad
personal, de su modo de estar en el mundo. No hay impostación, no hay
impostura. Tampoco hay jactancia en su persona, ni ironía. Tampoco hay
jactancia ni ironía en su poesía. Hay sí alegría, tristeza, desconsuelo y fe:
estas cualidades habitan en su corazón, estas son también las cualidades de su poesía.
Que un poeta,
en estos días de baja emotividad, de escasa fulguración, de sensaciones domadas
por la intemperie social, se atreva, como lo hace Moni Vega, como lo hizo hace
varios siglos san Francisco de Asís, a hacer de lo existente –tierra, agua, aire,
cielo- el escenario de la vorágine vital –a veces dolorosa, a veces conjetural
y misteriosa, pero siempre intensa, siempre entregada a la diversidad del
encuentro, a la similitud entre cuerpo y universo, entre la inteligencia y lo
divino-, que un poeta, entonces, sacudiéndose el embalaje de la decepción, sea
capaz de interiorizarse en el supremo interior de lo que vive, y desde allí,
precarios como son nuestros instrumentos espirituales, dar cuenta de esa
paradoja del ser humano, paradoja que consiste en ser objetividad
espiritual, materialidad fantasmal, apariencia sacudida por el discurrir de
lo divino, eso, digo, esta capacidad de Moni Vega para nombrar con su propia
materia lingüística el infinito alfabeto de la vida, eso es ser poeta.
es el amanecer / el que
viene / a sentarse a mi lado
escribe,
una partícula de tiempo /
como aleteo / de colibrí / es suficiente
continúa. No
siempre, a lo largo de libro, la imagen de la felicidad trascendente se impone
sobre la carga de angustia ante la lejanía del sentido. Pero LA NOCHE ANOREXICA
es un libro de lucha, el libro de la voluntad por hacer del mundo un pasaje
benigno del quehacer absoluto.
quiero atrapar / el aroma que se fue
habito / no se en qué
cuerpo
pensar con el cuerpo / es
como el mar / que crece
necesito que el agua / se
lleve lo viejo / raspar el alma / ser pájaro / descansando sostenida /
centelleante / pétalos / un nuevo fuego / me espera
la escena de
Moni Vega no es una escena estática, inmóvil, lo dicho para siempre. El mundo
espiritual –tal como la poeta lo concibe- no es un jardín etéreo, de formas
linfáticas apenas movidas por la brisa celestial. La trascendencia que este
libro nos propone es una trascendencia sacudida por la sensación corpórea, por
la experiencia física de lo que no tiene fin. Que nosotros, seres nacidos para
morir, podamos concebir, en nuestra fugacidad, la idea de lo que nunca
concluye, nos convierte en metáfora del idioma de Dios, en las imágenes con el
propio Dios concibe –creativa, poéticamente- su propia creación.
Lo nuestro son
las palabras, con ellas construimos lo real y con ellas nos aventuramos en lo
intangible.
Para Dios,
nosotros, los humanos, somos sus palabras, y su dicción del mundo son nuestros
actos en el mundo.
quiere construir / sobre
la roca /
sostener el devenir / la
enfermedad / su consistencia /
lo último escrito en el
borde de su alma/
encaje de besos bordados
por Aquél /
que la sostiene
Lean este
libro. Es un libro iluminado por la turbulencia de lo bello. Es un libro para
aquellos que, como yo, no tienen una fe consistente. En este sentido, este
libro no se propone como pedagogía religiosa sino como lucha por rozar una
respuesta, un roce que nos devuelva el perfume inicial, el acelerado principio
que nos vio nacer.
Este es,
simplemente, un libro que abriga.
collage de José Vega
texto de Luis Tedesco
Editorial Nuevohacer
GHrupo Editor Latinoamericano
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