miércoles, 30 de octubre de 2013
Sin sostén de rama
Un túnel verde filtra la luz del mediodía. Las ruedas de la bicicleta la introducen en la brisa mañanera, avanzando en una espiral de frescura. La respiración profunda despierta el deseo. Sumergirse en aguas, hasta mojarse el pelo. Relajado el cuerpo, flotar sin esfuerzo, sin tener noción del tiempo. Ondular la mente desgastando las aristas y así prepararse para comulgar con lo que la espera e interroga. En el espacio alcanza los dones. Puede construir nidos sin sostén de rama. Tener pico de ave para elaborar lo propio. Sale del agua y mantiene la frescura de lo más profundo.
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