miércoles, 19 de noviembre de 2014

orilla familiar

























      Un curso de agua  quieto se desliza sin perder su transparencia ni entorpecer el silencio y era mi paseo por su orilla recordando otros tiempos, iguales pero lejanos, donde no crujían con el viento las hojas que desnudan el otoño. Mi pequeñez no olvidó aquellos momentos dejados muy atrás, en que mi padre me  invitaba a recorrer esa misma orilla, pero perfumada a primavera. Recuerdo como mis manos no alcanzaban a sostener los ramilletes multicolores apretados entre mis flacos dedos, mientras escuchaba las historias familiares que nutrían mis recuerdos. Así conocí a mis abuelos italianos, en relatos llenos de fantasías de largos viajes en barcos y canciones napolitanas.
            Si no se tuvo la posibilidad de convivir con las historias, los relatos oportunos construyen imágenes tan  auténticas como lo vivido, siempre que las palabras dibujen con amor , lo que ellos vivieron.


fotografía de José Vega
micro relato de Moni Indiveri de Vega

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