sábado, 30 de abril de 2016

trepar el silencio





















dejar atrás      los sentidos
trepar el silencio       
se abortan  las palabras
el gozo se hace eternidad

inefable Belleza

siente su aroma
 aunque no alcance
su rayo
fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega

perdida ausente en la caída de las hojas





















la mirada perdida
en esa ondulada línea
de agua y espacio casi gris
la lluvia
en gotas gordas
para flores sedientas

perdida ausente
en la caída de las hojas

un otoño que muta intenciones
antes de nacer


 fotografía y poema de Monbi Indiveri de Vega

viernes, 29 de abril de 2016

recorta la imagen y se adueña


circular expansión
una retina y su iris
traspasan la orilla
rayos que perforan
hasta rozar la materia

recorta la imagen y se adueña
desde su centro
hacia lo más cardinal

 fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega
de su libro EL PEZ MUERE DORADO Editorial Vinciguerra

cada don ilumina



asoman colores nuevos
formas diferentes toman nombre

cada identidad
cada don ilumina
lo que se espera
de un hijo de Dios
fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega

jueves, 28 de abril de 2016

un perfume viste de nostalgia



una voz
destruye sueños
un perfume
viste de nostalgia

y el reloj implacable
cofre del devenir

no adelanta
ni se atrasa
solo camina
lentamente
fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega


soplada desde el fondo


necesitaba flotar
sentirse sostenida
soplada desde el  fondo
despedir calor
derretir burbujas
en el flujo de la noche
midiendo con cada brazada
la distancia
de esa orilla oscura
sin ser tierra



para conservarse líquida



poema de Moni Indiveri de Vega
fotografía de José Vega


lunes, 25 de abril de 2016

SER ABUELA


                                                         ¡Son mi  alma, en parte!
                                                         ¡Son mi carne, en parte!
                                                         Aunque  toda mi alegría.

          Amar y quedarme en ese sentimiento que  llena el alma .
          Sentir el dolor de parir, sin estar pariendo.
         Escuchar el grito que inaugura la vida de ese ser que tiene tanto que
ver conmigo, pero  que no es mío.

          Si hay algo en que doy uno y recibo cien nuevamente.
          Si hay una empresa que no es propia, pero de la cual me siento sostén
invisible.
          Si hay una mantilla en  la que caliento el cuerpecito de ese nuevo ser,
 aún junto a aquél que,  para mi corazón,  es mi niño o mi niña.

          ¡Eso es ser lo que soy!

          Aprendiendo a callar.  Dejando que el  camino que inician lo transiten
según su saber y entender.
          Sin  cruzar el límite que marca dónde comienza la libertad del otro, la
intimidad de esa nueva familia.

          Apretar la mano de mi compañero,  tan autor de la vida  de ellos,
como yo. Compartir la experiencia de ser la base de un abanico que se abre,
pleno de colores diferentes. Nuevas identidades que  algo nuestro tendrán.

          Y el cuerpo que envejece, rejuveneciéndose, para alojar en el hueco
 de  sus brazos a la tierna vida que palpita. He de cantarle una canción de cuna
que  aprendí en los brazos de  mi madre.

          Testigos del crecimiento de las familias de cada uno de nuestros hijos.
          La vieja casa llena de nuevas voces.
          Preguntas cuyas respuestas están, pero esperan el momento oportuno
para ser dadas.

        Y mi cara lamida con el primer beso de ese ser que me recuerda a otro, mientras
 mis manos tejen puntadas a la par que ilusiones. Imágenes del pasado y el futuro,
borrando los límites del tiempo y el espacio.
                                                 



fotografía y texto poético de Moni Indiveri de Vega
de su libro VOCES DEL ALMA

domingo, 24 de abril de 2016

LA PATAGONIA ARGENTINA ES UN LUGAR PARA SOÑAR


Acariciar con la mirada cada hábitat que te circunda, enriquece la imaginación y alimenta el espíritu.
Estamos en LA ANGOSTURA, uno de los lugares predilectos de Pepe y mío.
Permanecer sin sentir el paso del tiempo. Aunque un vidrio se interponga entre el paisaje, no deja de darte oportunidad de atrapar el momento en una fotografía que te volverá a depositar en ese lugar, cuantas veces quieras.
Las palabras se hermanan y construyen la poesía.
PERMANECER
sin que el tiempo me limite
sentirme húmeda como pequeña gota
de lluvia
rozar las nubes
los cerros y los árboles
la música de las aves
me acompaña
poder sentirse enriquecida
la Creación se introduce y la siento
dentro de mí. . .

sábado, 23 de abril de 2016

Fértil me hago posible

  
como un pájaro corta el viento
en la apertura extensa de sus alas

se despierta mi letargo

en vuelo me a-guarda

la sabiduría

se humedece todo gránulo
de lo que soy y fui hecha

fértil me hago posible
para la semilla

envuelta en infinitas gamas
asomo esa línea oscura
germino
y puedo ser espiga o pincel


        

fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega

ENVEJECER JUNTOS


























  Abrió el tercer cajón de la derecha de la cómoda de nogal. La embargó el perfume inconfundible de su madera. Lo dejó abierto y se miró. Reproducida en el cristal, no reconoció sus ojos. Tampoco su boca ni las manos. Lo que sí permanecía igual era su pelo. Sujeto en la nuca con una hebilla, sin poder  alcanzar  algunos, muy cortitos,  que se movían con libertad enmarcando su rostro, como pelusas sin docilidad. Levantó sus brazos. Con las manos temblorosas desprendió lo que sujetaba su melena que, sin ser igual, conservaba el movimiento que siempre la había caracterizado. Metió los dedos entreabiertos. Como canales plateados se fueron ubicando los cabellos en diferentes manojos, y sintió ganas de que fuera de nuevo 1965. Introdujo las manos en el cajón a medio abrir. Tanteó lo que iba ofreciendo resistencia, hasta sentir el frío del acero enredado entre los elementos de costura. Dio con la otra punta, la que tiene como dos ojos, para introducir los dedos y tiró hasta ponerla al descubierto. No condecía la calidez del carey con el frío de las dos hojas de un solo filo de la tijera.
Siempre le había dicho a él: -Lo mejor que me pasó en la vida fue envejecer juntos-. Pero aquello ya formaba parte de lo pretérito. Con la fuerza necesaria para empuñar la tijera, comenzó. A manotones fue juntando puñados que, al encuentro con el filo, caían como cascadas sobre sus pies. La espalda también se enriqueció con el manto de plata. Se levantó. Buscó el papel de seda que esperaba sobre el lecho. Recogió lo que ya no era suyo. Lo colocó sobre el mismo  y los envolvió, con delicadeza, mezclando entre ellos, los mejores momentos de su vida. Se acercó al ataúd, desprendió la camisa de Guido, y acomodó sobre su pecho la entrega.  Ése era el lugar.


fotografía de José Vega
texto de Moni Indiveri de Vega

miércoles, 20 de abril de 2016

Sólo la fe custodia la entereza


                                          . . . la lámpara del cuerpo es el ojo. . .
                                   Si tu ojo está malo, todo el cuerpo estará en tinieblas
                                             Mateo 6, 22-23


estupor en la mirada
las palabras ajenas enmudecen
ruido interno
aguijones en las tripas

el tiempo detenido

sólo la fe
custodia la entereza

fotograf{ia y poema de Moni Indiveri de Vega

HAGAN LO QUE ÉL LES DIGA


































acrílico sobre tela de José Vega
poema de Moni Indiveri de Vega

martes, 19 de abril de 2016

un sol que no abriga



los escalones desnudan su gala
 bordes de esplendor cubren la tierra

un nido vacío ostenta opacidades
un sol que no abriga
empobrece el invierno

cuando todo ha terminado
ella se dibuja los ojos
para que resguarden

el hueco luminoso de lo ausente

fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega

lunes, 18 de abril de 2016

lo que no quiere conservar





























intenta reunir las partes diseminadas          
desmemoria
la desnuda y la raspa
que se borre – dice-
lo que no se quiere conservar
navega el ensueño en el que se aturde                                                                                                        un abismo la distancia

a pesar de ser sólo

un peldaño 
foografía de José Vega
poema de Moni Indiveri de Vega

sábado, 16 de abril de 2016

DEGUSTO EL EXTASIS
























un viento me limpia
y emerjo
despojada en el giro

degusto el éxtasis

semejante y transformadora     
la belleza se manifiesta
nace desde adentro

baña de creatividad el hábitat
trasciende

lo que el hombre alcanza
fotografía de José Vega
poema de moni Indiveri de Vega

viernes, 15 de abril de 2016

un rastro gris. . .



la médula espinal de lo terrestre
no se sabe dónde pueda
terminar

un rastro gris
igual
la de los trenes
su interminable música
cuando los rieles
lamen ondulaciones
en la disyuntiva

 fotografia y poema de Moni Indiveri de Vega

jueves, 14 de abril de 2016

no se detiene Adan y pone nombres


                                                               “. . . y el hombre fue poniendo nombres
           a todos los ganados, a todas las aves del cielo    
           y  a todas las bestias salvajes” . . .  
                                                                                                                Génesis 2, 20


en el fondo dorado
del anochecer
sus contornos
dibujada perfección

también cisnes al unísono
epifanía de la luz
sus cuellos
de curvatura delicada
inclinan las cabezas
los perros y sus dientes

bandadas de pájaros
y unas hojas del verde
más tierno 

nubes azules reflejan
la iluminación de la luna
una niña alza su mano
quiere tocar

y los tambores suenan
su tribal melodía

nadie es propietario
de la desnudez

los cuerpos danzan 
hasta que la luz asoma
                             

el naranja tiñe el amanecer

no se detiene Adán
y pone nombres 
                           



fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega

miércoles, 13 de abril de 2016

la desnudez se impone


el viento se hace cómplice
del invierno

nuevos
los árboles
y en el despojo   
abrigan
la imaginación juega
busca  la metáfora


la desnudez se impone





fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega

martes, 12 de abril de 2016

lunes, 11 de abril de 2016

alguien me obligó a morder el miedo



Alguien me obligó a morder el miedo. Y fue ella, sin quererlo. Las manos trémulas y los ojos vacíos. Yo necesitada, no solo de un cuerpo, también de un gesto que no fuera de exigencia a crecer tan rápido. Todo lo urgente de su dolor postergando el vuelo de pájaro que mi cuerpo necesitaba. Aún espero su mano. Quiero que me sostenga la belleza, tan necesaria en la niñez. Ser pétalos blancos que no sangren y poder mirar en el rectángulo tentador de esa ventana, al mundo que me espera, sin temor.
la belleza necesaria
vuelve
nunca es tarde

y si lo fuese         después
del otro lado
que no conozco

seré

embellecida

fotografía y texto de Mooni Indiveri de Vega


domingo, 10 de abril de 2016

murmullos siguen rondando



la sensatez entrecruzada con los excesos
obstruye el camino de la razón

incertidumbres  se enquistan

toda deliberación
muere
ante la falta de respuestas 

murmullos siguen rondando 
el pensamiento entristecido

exiguos sucumben

acompañada por su imagen
al otro lado del cristal

en las húmedas mejillas
surcos salados dejan
su huella


fotografía y poema de Moni Indiveri de Vega

viernes, 8 de abril de 2016

LA VIDA, UN OLEAJE SURGENTE




la vida un oleaje surgente
impulso sagrado
que no se puede definir

sólo habita lo que quiere
fluir de un río
que busca volcar su hermosura
confundir su caudal
en otras aguas

empapada de amor resurge
atraviesa el pasado
lo ve y puede proyectarse

arcilla que toma
la forma de esas manos



fotografías y poema de Moni Indiveri de Vega
de su libro EL PEZ MUERE DORADO

miércoles, 6 de abril de 2016

la plegaria inclina las manos al bien

















el esplendor de las viñas en los valles

hombres y mujeres
cortan los frutos

redondos y apretados parecen
pequeños universos de diversas galaxias

pisan cantando la cosecha

mientras el trigo se ondula
con el viento que sopla

la plegaria
inclina las manos al bien


quiero reposar en Tu hombro -ruegan

fotografías de José Vega
poema de Moni Indiveri de Vega

el árbol que dejó de serlo


partes de los bosques arrancados
las pendientes lamidas
por el viento y el polvo

convertidas en  roca

cursos cristalinos lo atraviesan
aguas quietas salpican
no sostienen
si lavan la desmesura


del color del árbol 
que dejó de serlo

ahora sostenido

en el azul 


poema de Moni Indiveri de Vega
fotografía de José Vega

martes, 5 de abril de 2016

dibujar la arena


EL MAR

. . .”tuviste el mar encerrado en una cajita de música”. . .                                                         María Rosa Lojo


     Era verano, reseca la tierra se volvía seda a los pies descalzos. Quiso rozar su textura recostada, mirando las sombras glotonas de espacios vestidos de sol. Persiguió lejanías atrapadas en la rutina. Lo imaginó sosteniendo su aliento con el amor que quedaba en el paréntesis de lo sabido. Era el hombre que amaba, también ahora el padre de sus hijos. Un remolino desplazó el encanto, suave para que no se queme.
  
dibujar la arena
almidona la piel
la sal             
degusto con la lengua
disfruto su sabor
se desliza
suave           hacia adentro

llega a cada  rinconcito

las células se llevarán su música
el mar           muy lejos
adonde me vaya   
                                     



textos de Moni Indiveri de Vega
fotografía de José Vega

lunes, 4 de abril de 2016

tanta maravilla reclama permanecer inalterada



en el  cerrado bosque
el eclipse
de ramas

(regala profundidad a la escucha)

orquesta el follaje
el viento

en la danza
cada mínima
oruga
el tallo partido
no afean
son parte de
la infinita gama

(tanta maravilla  reclama
permanecer
inalterada)

  

poema y foto de Moni Indiveri de Vega

domingo, 3 de abril de 2016

mi opción de eternidad

23
la soledad es punto de llegada
y puede ser partida hacia al encuentro

quiero  ser expresión
de mí
sin desgarro ni ambivalencia
en mi opción de eternidad
libre
en las decisiones que me llevan

 fundirme en lo que busco

 fotografía de José Vega
poema de Moni Indiveri de Vega

sábado, 2 de abril de 2016

quiere entrar en el misterio

se descuida cuando duerme
roza hasta lo que no se disolvió
en formas reconocibles

quiere entrar en el misterio

de una tacita de porcelana
quiere manchar el fondo
sin resistencia
dejarse dibujar en la blancura
traspasar umbrales

no le gusta si son malos
los augurios
es mejor esperarlos
                  sin saber


poema y fotografía de Moni Indiveri de Vega