a su medida la sostiene como un corsé dijo -reclinarme no me deja- la dolorida espalda los huesos lastiman muy adentro inalcanzable el latido sin cesar la adrenalina apenas el tiempo como si fuera líquido
ha enterrado el día un ojo de mar la lleva como un punto inmóvil que gira hacia lo más profundo no sabe mucho de dioses aunque Poseidón permanezca emergiendo en la isla de Rodas ella espera un río como un fuerte dios pardo que arrastre