lunes, 22 de junio de 2015

El temblor




     En el espacio en blanco de la mente nació el temblor. Comprometió al cuerpo hasta las plantas de los pies. En descenso caprichoso paralizó las manos, también los labios. Un rictus incontrolado  expresó el descontento. Huellas alimentaron  el pensamiento que martilló las sienes. Una vibración llegó hasta la base del craneo, desnudando la ceguera. Y fueron pájaros azules los que anidaron en sus hombros. Cantaron hasta ensordecer la tristeza que se refugió en la parte más sombría del bosque. La diversidad de árboles soltaron sus hojas y lo vistieron de dorado. La alquimia de colores traspasó su piel y fue como ellos, símbolo de la vida en perpetua revolución.

fotografía y texto de Moni Indiveri de Vega

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