lunes, 17 de octubre de 2016

LA NOCHE ANORÉXICA



PRESENTACIÓN “LA NOCHE ANOREXICA” de Moni Indiveri de Vega

LUIS TEDESCO  20-Septiembre de 2007

Quiero decir, en el comienzo de este acto, algo que me parece de extraordinaria importancia.
En realidad quiero agradecer la amistad y la confianza que  Moni y José Antonio Vega pusieron en mí. Quiero destacar también el muchísimo afecto cosechado desde el tiempo que nos conocemos, un tiempo que coincide con la publicación de sus últimos dos libros de poesía: “La ceguera de la nuca” y éste que hoy presentamos, “La noche anoréxica”.
Desde hace 40 años vengo publicando libros. Un porcentaje muy alto de los autores publicados son hoy mis amigos, cada uno a su manera, cada uno especial, porque todo autor, todo escritor, es siempre un ser especial. La manera especial de Moni Vega fue una coincidencia realmente maravillosa entre su persona habitual, su condición de poeta, y sus textos.
Todo lo que escribe Moni Vega es creíble, es decir, su voz poética es la voz de su entidad personal, de su modo de estar en el mundo. No hay impostación, no hay impostura. Tampoco hay jactancia en su persona, ni ironía. Tampoco hay jactancia ni ironía en su poesía. Hay sí alegría, tristeza, desconsuelo y fe: estas cualidades habitan en su corazón, estas son también  las cualidades de su poesía.
Que un poeta, en estos días de baja emotividad, de escasa fulguración, de sensaciones domadas por la intemperie social, se atreva, como lo hace Moni Vega, como lo hizo hace varios siglos san Francisco de Asís, a hacer de lo existente –tierra, agua, aire, cielo- el escenario de la vorágine vital –a veces dolorosa, a veces conjetural y misteriosa, pero siempre intensa, siempre entregada a la diversidad del encuentro, a la similitud entre cuerpo y universo, entre la inteligencia y lo divino-, que un poeta, entonces, sacudiéndose el embalaje de la decepción, sea capaz de interiorizarse en el supremo interior de lo que vive, y desde allí, precarios como son nuestros instrumentos espirituales, dar cuenta de esa paradoja del ser humano, paradoja que consiste en ser objetividad espiritual, materialidad fantasmal, apariencia sacudida por el discurrir de lo divino, eso, digo, esta capacidad de Moni Vega para nombrar con su propia materia lingüística el infinito alfabeto de la vida, eso es ser poeta.

es el amanecer / el que viene / a sentarse a mi lado

escribe,

una partícula de tiempo / como aleteo / de colibrí / es suficiente

continúa. No siempre, a lo largo de libro, la imagen de la felicidad trascendente se impone sobre la carga de angustia ante la lejanía del sentido. Pero LA NOCHE ANOREXICA es un libro de lucha, el libro de la voluntad por hacer del mundo un pasaje benigno del quehacer absoluto.

quiero atrapar  / el aroma que se fue
habito / no se en qué cuerpo
pensar con el cuerpo / es como el mar / que crece
necesito que el agua / se lleve lo viejo / raspar el alma / ser pájaro / descansando sostenida / centelleante / pétalos / un nuevo fuego / me espera

la escena de Moni Vega no es una escena estática, inmóvil, lo dicho para siempre. El mundo espiritual –tal como la poeta lo concibe- no es un jardín etéreo, de formas linfáticas apenas movidas por la brisa celestial. La trascendencia que este libro nos propone es una trascendencia sacudida por la sensación corpórea, por la experiencia física de lo que no tiene fin. Que nosotros, seres nacidos para morir, podamos concebir, en nuestra fugacidad, la idea de lo que nunca concluye, nos convierte en metáfora del idioma de Dios, en las imágenes con el propio Dios concibe –creativa, poéticamente- su propia creación.
Lo nuestro son las palabras, con ellas construimos lo real y con ellas nos aventuramos en lo intangible.
Para Dios, nosotros, los humanos, somos sus palabras, y su dicción del mundo son nuestros actos en el mundo.

quiere construir / sobre la roca /
sostener el devenir / la enfermedad / su consistencia /
lo último escrito en el borde de su alma/
encaje de besos bordados por Aquél /
que la sostiene

Lean este libro. Es un libro iluminado por la turbulencia de lo bello. Es un libro para aquellos que, como yo, no tienen una fe consistente. En este sentido, este libro no se propone como pedagogía religiosa sino como lucha por rozar una respuesta, un roce que nos devuelva el perfume inicial, el acelerado principio que nos vio nacer.

Este es, simplemente, un libro que abriga.

collage de José Vega
texto de Luis Tedesco
Editorial Nuevohacer
GHrupo Editor Latinoamericano

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