viernes, 7 de marzo de 2014

ser mujer, ser cuenco



vientre que hiciste espacio
al soplo regalado

aporte de oxígeno
pequeña gota de sangre
que conlleva
la propia identidad

disfrutar sintiendo
cómo las caderas se abren
igual que las puertas de una iglesia
para dar lugar a la novia

alimentar de amor cada célula
y mecer el vientre
contenido
en un abrazo



              ¡Todas las capacidades recibidas desarrolladas a pleno en este nuevo milenio! 
             Todas las oportunidades multiplicadas año a año, hacen espacio para que la mujer llegue a participar en todos los roles humanos al igual que los varones. 

             En cada espacio abierto a lo femenino se puede llegar a completar el rol del hombre, formado por la suma de lo que los varones y las mujeres tenemos de igual o diferente. Sí, suma que hace al hombre completo hecho a imagen y semejanza de Dios:
         
           -"Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen y semejanza, para que dominen sobre los peces del mar,las aves del cielo y los reptiles de la tierra" 
Génesis capítulo 1, 26

           Sintámonos felices de ser la semejanza de la parte femenina de Dios. Demos vida humana a lo que entre ambos hemos concebido. Seamos por sobre todas las cosas, el cuenco que contiende y le da todo lo propio al hijo que hacemos crecer entre nuestras costillas.
          poesía y reflexión de Moni Indiveri de Vega

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