sábado, 12 de julio de 2014




La casa de la Abuela


Un campo de amapolas enmarcado por el roble de la ventana de dos hojas me llevó a mi infancia. El reflejo en el cristal hasta el borde de las pisadas sobre la madera oscura, bajo aquel manto naranja con lucecitas azules que abrigaban los recuerdos. Y la vi. Sentí sus manos en la caricia. El susurro cálido de su aliento una bocanada de amor. Su sonrisa fácil una invitación para el juego en su amado jardín, a la hora de la siesta.

fotografía de José Vega
minirelato de Moni Indiveri de Vega

No hay comentarios:

Publicar un comentario