miércoles, 19 de noviembre de 2014

vestida de lluvia
























         No dolía la ausencia de trinos ni la partida de las aves en busca del sol. Nada interrumpía el sabor de la soledad ni la música del silencio. La lluvia intensificaba los colores del bosque. Cada rama y cada hoja despertaban el placer visual al verlas vestidas de agua. Y era ella, en su dificultad dispuesta a olvidarla. Caminar al nuevo ritmo de tres patas, sin dolor ni pena. Aprendiendo a vivir los tiempos nuevos, resistir la poda sin perderse en las dificultades y poder saborear el regalo de sentirse no sólo sostenida, sino también consolada.

fotografía de José Vega
microrrelato de Moni Indiveri de Vega


No hay comentarios:

Publicar un comentario