domingo, 19 de enero de 2014

moraba adentro y afuera


desprendidas del todo

láminas finísimas de mi cuerpo

se abrieron 

como un abanico todas sujetas

desde la cúspide


giraban y giraban

formando una cúpula de media esfera


las partes desprendidas 

la levedad

plateada melena coronaba su origen

un corazón en ofrenda

las manos abiertas

eran patenas   

los dedos      libros  


moraba adentro y afuera

era santuario

orante y peregrina


era volver 

presencia más allá de mí

despojada de todo desvarío

era mi cuerpo de variados colores

eran ventanas mis ojos

en todo el perímetro


un Sagrario 

altar de jacintos

y era la Madre la llave

para habitarlo

 texto del libro "El Pez Muere Dorado" de:
Moni Indiveri de Vega 


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