viernes, 10 de enero de 2014

la caída



incorporan el veneno


sin haber sido rozados

por los dientes que orillan

la mandíbula


la mano se extiende

y quiere poseer

ese rojo universo

réplica de otro

infinitamente mayor


no les basta habitar la hermosura

quieren más

atravesar el límite

desprendidos de quien los creó


aprisionan entre los labios el jugo


giro en el tiempo


una sensación desconocida

los arrebata


las flores del jardín se cierran

ocultan su corola

sin ofrecerse


una aridez penetra y se establece


sin mirarse a los ojos

la lejanía          instalada entre ellos


parirás a tus hijos con dolor

maldita sea la tierra por tu causa

poema del libro "El Pez Muere Dorado" de:
    Moni Indiveri de Vega

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